martes

No pasa nada.

Salir a la calle, escupirle al mundo diciéndole que aunque sea un asco lo amas.

Ella lo miraba fijamente a los ojos, ojos marones congelados en medio de la poca luz que habitaba ese día.
-¿Qué pasa?
-No pasa nada.
-¿Entonces?
-¿Entonces qué?, ese es el jodido problema, que no pasa nada, que toda mi vida se ha convertido en un simple cliché mas de la estúpida sociedad, que aunque salgo y le vomito al mundo y a todas las personas que habitan en el, nada funciona.
-Disculpa, pero aun no entiendo de que hablas, ¿qué es lo que ya no funciona?
-Lo que ya no funciona es mi vida, lo que ya no funciona es esa batería que se supone tendría disponible durante muchos años más, que ya no siento lo mismo, que ya nada es la misma cosa, que antes disfrutaba más cada respiro que daba, ahora es como un sacrificio.
-Y si tu vida va así de mal, ¿porque aun no te has rendido?
-Porque tengo sueños, porque planeo, no... No planeo, ¡se! que viajare por todo el mundo, visitando los lugares más recónditos del planeta, lo que tus ojos no han visto ni verán nunca yo lo veré. Porque sé que las personas que alguna vez me hicieron daño estarán comiendo de mi mierda algún día, porque sé que la vida es buena después de tanto luchar y de tanto llorar, porque sé que seré exitosa, que me alejare de toda este chiste llamado vida y construiré una verdadera, una que dé frutos, no una en la que lo arriesgue todo y salga perdiendo. Tendré una mejor vida, lo garantizo.
-Buena respuesta.