sábado

La chica del anuario.

Se sentó en el pupitre que siempre permanecía vacio, nadie lo quería, estaba hecho añicos, además allí se sentaba la chica de las gafas rojas, antes de morir.
Si, el pupitre habitaba el laboratorio de biología del segundo piso; cerca a la ventana, ese vidrio transparente en el cual podías ver si haría un buen o mal día.
Esa mañana Reem decidió sentarse allí, en donde nadie se sentaba por temor a los tontos rumores que rondaban la institución sobre la maldición que había dejado aquella gafufa suicida.
-Buenos días clase. Dijo el profesor en voz alta y ronca.
-Buenos días. Dijeron en conjunto casi toda la clase menos Reem.
Aquella chica miraba por la ventana, tan distraída como nadie, esperando a que alguna de las nubes que interceptaban el sol se movieran de allí.
-Señorita Vallois, se dignara por fin a ser algo cortes- Le dijo el profesor con un puro acento francés.
-¡Oye! Reem, ponle atención al profesor.- Le dijo un chico a Reem en voz baja.
-¿Que sucede?- Reem le alzo la voz al profesor.
-Olvídelo, al parecer todos los que se sientan en ese pupitre se ponen extraños.- Murmuro el profesor.
-Hoy hablaremos sobre la genética en los seres humanos.
El profesor siguió hablando mientras Reem no quitaba los ojos de aquella nube.
"Anda nube, despréndete del sol" repetía varias veces.
La puerta se cerro de un empujón, dejando al profesor por fuera del salón de clases.
-Vamos, vamos, rápido, antes de que el señor Oriard regrese- repetían todos con una voz llena de temor.
Reem quito inmediatamente los ojos del cielo, mientras miraba a sus compañeros, los cuales se acercaron a la mesa del profesor a quitarle uno de los anuarios más antiguos de la institución.
-Es ella, ¡por Dios! es la misma tiene su misma cara,- murmuraban con voz de preocupación - Solo que con gafas- añadió otro chico.
-¿Qué rayos está pasando? se acerco Reem a el tumulto de gente.
-Nada Reem, nada.
-Dame ese libro inmediatamente- grito Reem.
-Tómalo, pero ya te advertimos.
-¿Que de bueno tiene esto?- dijo Reem -Busca la pagina 25- se oyó en el interior del salón.
-"Clase 704" María Teresa Boobie- Leyó Reem en voz alta.
-Lo vez, es igual a ella. Es la chica del pupitre, la que se mato- comentarios como ese se murmuraban por todo el salón.
Reem abrió los ojos, se fue la respiración por algunos segundos, mientras veía su cara puesta en un anuario en el cual nunca debía estar, en un año en el cual sus padres ni siquiera se conocían.
-Soy yo, solo que con gafas y sin pecas.
-¿Que hacen todos aquí?- grito muy fuerte el señor Oriard.
Reem agarro su mochila y salió corriendo del salón, todos la vieron haciendo esto, pero ninguno pudo observar sus ojos llenos de temor.