Noche fría. Como todas las demás.
Nada tenia de especial, solo el simple hecho de que era viernes. Viernes en la noche.
Llegaron y se sentó en la silla pequeña a fumar un cigarrillo, mientras sus amigos se divertían.
-Tal vez este no es tu ambiente- la voz de un hombre retumbo cerca de Caroline.
Y Caroline de manera extraña volteo a mirar a su lado.
Era un tipo alto, cabello rubio y ojos marrones. No muy especial.
-Tal vez- respondió.
Se paro en frente suyo y agarro su mano. Caroline se puso de pie y fue a bailar.
-Hace mucho calor- dijo Caroline mientras el tipo sonreía y la observaba.
-Entonces, ¿cual es tu nombre?- menciono Caroline.
-Tomas, pero me dicen Tommo. Mucho gusto. El tuyo es Caroline, ¿verdad?-
-Si, pero ¿como lo sabes?- pregunto Caroline.
Tommo sonrió y al parecer prefirió evitar la pregunta.
Caroline se sentó y Tommo desapareció por un rato.
-Hace tanto que un hombre no me miraba de la manera en que me miro el; con esa sonrisa que no puedes evitar y esa mirada de tonto enamorado... Lo extraño. Lo extraño tanto como nunca extrañe a nadie- pensó Caroline.
Tommo de nuevo apareció como de la nada.
-Entonces, ¿Caroline esta comprometida o soltera?-
-¿Como se dice estar en la mitad?- le respondió Caroline mientras lo observaba en la oscuridad.
-Creo que se dice estar enamorado sin ser correspondido-
-Entonces, esa es la respuesta-