jueves

Espero que nunca acabes.

Estaba temblando, como esa ligera y rosuda sensación que pasa por tu piel al escuchar tu canción favorita.
El estaba allí, con su perfecto caminar y su mirada que encantaba a cualquiera, yo estaba como siempre sentada en la misma banca en la que nos habíamos conocido escuchando música solo para recordarte. Nunca pensé encontrarte allí... los mismos lugares que recorrimos sin cesar con una sonrisa en nuestros labios y una tentación increíble de solo tenernos uno al otro.
La vida dio vueltas, pero nunca nos arrebato la sensación de sentirnos únicos cuando estábamos juntos, cuando estábamos solos...
Quería gritarte tantas cosas, era un momento tan perfecto.
¡Jhon! ¡Hace tanto que no lo veía! Estaba mejor que antes, con sus ojos aun hermosos y tentadores como siempre, como muchas veces me tentaron a hacer lo mas prohibido, pero lo mejor para mi, con sus labios que me besaron mil veces, con esas manos que hicieron lo que pocos pudieron hacer.
Quiero gritarte, o decirte muy bajo y al oído...
Que nunca te he olvidado y nunca te olvidare.
Que eres como esa ligera sensación rosuda, espero que nunca acabes!