jueves

Laila.

Personas superficiales, preocupadas por como lucen. 
Laila y su hermosa cabellera que bajaba hasta su cintura; hermoso cuerpo que asemejaba la belleza de afrodita en todo su aspecto; ojos claros maquillados hasta no poder mas; labios rojos y carnosos; piel blanca y suave, tan parecida a la hermosa nieve de invierno, nariz perfecta y suave como la miel, manos delicadas y pintadas con un esmalte claro que reflejaba la belleza de su elegancia.
Todas las personas a su al rededor la admiraban, los hombres la deseaban y las mujeres la envidiaban, ella era casi perfecta.
Laila tenia un cuerpo perfecto, pero un cerebro vació, ella se preocupo tanto por su aspecto, que nunca quiso ser alguien, inteligente, o por lo menos coherente.
Laila siempre fue superior a los demás, pero solamente en su belleza, paso por encima de todos los que la rodeaban, pero nunca encontró su verdadero amor.
Pero como los años nunca llegan solos, su piel blanca, suave y hermosa, se fue arrugando, así como todo su rostro, ella llego a "sus años" y nunca tuvo alguien que la acompañara en su dolor, pues nunca encontró a su verdadero amor.
Laila se miraba en un espejo y se sentía fea y cansada, pero ella nunca pudo hacer nada para detener el tiempo y murió.
Ella fue hermosa en todo su aspecto fisico, pero nunca valoro lo que en verdad era la vida.


"Porque hasta la mas hermosa flor, se marchita..."